Tiempo después me radiqué en Bogotá para ejercer mi profesión, encontré el amor de mi vida y producto de ello llegó un hermoso príncipe a nuestro hogar; sin embargo, en el año 2016 sentí que esa vida tan perfecta se derrumbó de repente. Un cáncer de seno triple negativo y avanzado localmente, me tomó por sorpresa. Fue muy duro, sentí que la vida se me escapaba de las manos, pero justo el día que me diagnosticaron, mientras me anunciaba en la recepción del consultorio médico, un hermoso dije de un ángel cayó de repente del techo de modo inexplicable frente a mí. En su momento lo guardé en mi bolso al ver que no pertenecía a alguna de las personas que se encontraban en el recinto.

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Días después, mientras asimilaba interiormente lo que venía, empecé a escuchar una voz que me decía: “el dije”. Recordé que tenía ese dije en mi bolso, lo saqué y lo puse en mis manos, justo en ese instante escuché una voz serena, tierna y misericordiosa que decía: “juntos vamos a salir de esto. No temas porque caminaremos contigo, no estás sola”. En ese momento me llené de un valor y de una fuerza inexplicable. Tuve un año exacto de tratamiento entre quimios, radios y cirugía, pero con la certeza y la convicción de que lo superaría, y así fue!!!. Vinieron más situaciones difíciles, pues mi padre y el tío más cercano fueron diagnosticados con enfermedades del hígado, una gran amiga falleció con cáncer de seno y mi esposo estuvo mucho tiempo sin trabajo.